1 oct 2009

Relatos Nómadas


El estar en contacto con artistas de diferentes lugares, conocerlos y hablar sobre los procesos artísticos que llevan, fue una gran experiencia, la zona única de los estoraques nos acogió y nos permitió relacionarnos, conocer su paisaje majestuoso y también reflexionar en torno al territorio, visto desde diferentes enfoques, el de quienes nunca lo habíamos habitado, el de quienes ya habían tenido la oportunidad de conocerle y el de los habitantes de la playa de belén.
Hablando con nuestra amiga playera Diana, me confeso que hacia varios años no hacía el recorrido en la zona de los estoraques, y que muchas personas del pueblo no sentían pertenencia por este lugar, esto me hizo recapacitar en como nos olvidamos de apreciar lo propio y que algunas veces esperamos a que sea el otro quien se maraville de lo que tenemos.

Es común pasar por alto pequeños detalles, pero debemos quitar la venda de nuestros ojos y por lo menos ver lo monumental, 20.000 años de historia y una compleja ruta de cuevas y formaciones gigantescas deben ser mejor mostradas y difundidas, esto jalonaría el bienestar de los habitantes de la Playa de belén, encantador municipio que hizo sentir a los artistas foráneos como en casa.

John Fredy Calderón

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